Por: Lucas Fiorini – senador provincial Juntos por el Cambio

Observamos en estos días la importancia del Estado para cuidar la salud (con mayor efectividad en la medida que no venga colapsado por el dispendio de los recursos públicos… otra razón para reordenarlo y que deje de ser una estructura burocrática boba y saqueable), proteger la vida (siempre debería ser así, con toda vida…), y ordenar además medidas drásticas en momentos de emergencia. Indiscutible, y debemos colaborar entre todos -lo más unidos posible, sin mezquindades ni divisiones- con las políticas públicas que se orientan al Bien Común.

Pero creo que también veremos la subestimada importancia central del sector privado como motor insustituíble de la economía cuando en no tanto tiempo suframos el parate que le metimos a la actividad de los particulares por el aislamiento y cuarentena generalizada…

Lo del #coronavirus es terrible como enfermedad hoy… y mañana -hay que agregar- por los tremendos daños socioeconómicos que pronto advertiremos. No nos confundamos: algunos aprovechan estos momentos para divinizar el poder estatal y justificar peligrosas visiones ideologizadas…

El eje, fundamento, primacía y vitalidad de la comunidad organizada está en la variopinta sociedad civil y sus integrantes, y la legitimidad del gobierno proviene del servicio al pueblo que le dio mandato. No olvidemos lo básico, nos va a ayudar para superar la prueba y salir adelante.


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