El ruido martilleante que hacen las botellas al caer contra el suelo ha empezado a hartar a los padres y a los maestros de escuela.
La moda viral que se ha extendido entre los jóvenes es una pesadilla para muchos adultos, atónitos ante el último entretenimiento preferido de miles de niños (y no tan niños).
El juego es tan sencillo que hasta suena absurdo. Todo consiste en tomar una botella de plástico casi vacÃa, lanzarla al aire, y si cae de pie por el efecto de la gravedad, ganás. El reto es repetir el logro el mayor número de veces seguidas que se caiga.
El origen del reto se atribuye a Michael Senatore, un adolescente que realizó la hazaña en el concurso de talentos de su escuela el pasado mayo y sus compañeros estallaron en vÃtores y aplausos.
Senatore se hizo famoso en Internet y fue invitado al programa de Stephen Colbert para demostrar el truco. En Youtube hay más de un millón de videos dedicados a esta locura, con jóvenes lanzando la botella desde un auto en marcha, uniendo varias botellas a la vez, o haciendo skate durante el lanzamiento.
Se los puede ver en los patios de las escuelas, en las veredas, en el shopping, en sus casas. Chicos y adolescentes han encontrado en una botella de plástico con un poco de agua un entretenimiento que para los tiempos de la alta tecnologÃa, con juegos en cuatro dimensiones, resulta cuanto menos inesperado.
Por cientos se los ve arrojando esa botella, tratando de que complete un giro en el aire y quede parada. Primero en el suelo, luego sobre una pared, más tarde arriba de una mesa, cada dÃa ampliando el grado de dificultad. ¿Qué fenómeno se verifica para que algo tan simple y (en teorÃa) carente de gracia se convierta en un boom? Es un misterio.
CÓMO JUGAR
Se debe colocar no más de un tercio de lÃquido y tomar el envase por la tapa, de modo que el centro de gravedad se mantenga en el agua. Cuando la botella gira, el agua se desliza y el denominado momento angular se mueve con ella. Eso provoca que la botella caiga por gravedad, directamente sobre el lugar sobre el que se encuentra. Un poco de práctica, un leve movimiento de muñeca, es suficiente para ir encontrando la clave.
Ahà están entonces los pibes, dale que dale con la botellita. Que tiene que ser de agua y no de otro lÃquido. Que por unos dÃas los saca de la absorbente pantalla del celular y les permite entender cómo, al igual que en otros tiempos, la diversión y el entretenimiento puede estar al alcance de la mano, en las cosas más simples, en el juego más inocente.